Por Gabriel Tolosa y Fernando Bordignon
Con la aparición de la web surgieron nuevos desafíos para resolver en el área de recuperación de información debido – principalmente – a sus características y su tamaño. La web puede ser vista como un gran repositorio de información, completamente distribuido sobre Internet y accesible por gran cantidad de usuarios. Por sus orígenes como un espacio público existen millones de organizaciones y usuarios particulares que incorporan, quitan ó modifican contenido continuamente, por lo que su estructura no es estática.
Su contenido no respeta estándares de calidad, ni estilos ni organización. Como medio de publicación de información de naturaleza diversa se ha convertido en un servicio de permanente crecimiento. Una de las características de la información publicada en la web es su dinamismo, dado que pueden variar en el tiempo tanto los contenidos como su ubicación [6] [33].
El tamaño de la web es imposible de medir exactamente y muy difícil de estimar. Sin embargo, se calcula que son decenas de terabytes de información, y crece permanentemente. Está formada por documentos de diferente naturaleza y formato, desde páginas HTML hasta archivos de imágenes pasando por gran cantidad de formatos estándar y propietarios, no solamente con contenido textual, sino también con contenido multimedial.
La búsqueda de información en la web es una práctica común para los usuarios de Internet y los sistemas de recuperación de información web (conocidos como motores de búsqueda) se han convertido en herramientas indispensables para los usuarios. Su arquitectura y modo de operación se basan en poder recolectar mediante un mecanismo adecuado los documentos existentes en los sitios web. Una vez obtenidos, se llevan a cabo tareas de procesamiento que permiten extraer términos significativos contenidos dentro de los mismos, junto con otra información, a los efectos de construir estructuras de datos (índices) que permitan realizar búsquedas de manera eficiente. Luego, a partir de una consulta realizada por un usuario, un motor de búsqueda extraerá de los índices las referencias que satisfagan la consulta y se retornará una respuesta rankeada por diversos criterios al usuario. El modo de funcionamiento de los diferentes motores de búsqueda puede diferir en diversas implementaciones de los mecanismos de recolección de datos, los métodos de indexación y los algoritmos de búsqueda y rankeo.
Sin embargo, esta tarea no es sencilla y se ha convertido en un desafío para los SRI debido las características propias de la web. Baeza-Yates [2] plantea que hay desafíos de dos tipos:
a) Respecto de los datos
– Distribuidos: La web es un sistema distribuido, donde cada proveedor de información publica su información en computadoras pertenecientes a redes conectadas a Internet, sin una estructura ó topología predefinida.
– Volátiles: El dinamismo del sistema hace que exista información nueva a cada momento ó bien que cambie su contenido ó inclusive desaparezca otra que se encontraba disponible.
– No estructurados y redundantes: Básicamente, la web está formada de páginas HTML, las cuales no cuentan con una estructura única ni fija. Además, mucho del contenido se encuentra duplicado (por ejemplo, espejado).
– Calidad: En general, la calidad de la información publicada en la web es altamente variable, tanto en escritura como en actualización (existe información que puede considerarse obsoleta), e inclusive existe información con errores sintácticos, ortográficos y demás.
– Heterogeneidad: La información se puede encontrar publicada en diferentes tipos de medios (texto, audio, gráficos) con diferentes formatos para cada uno de éstos. Además, hay que contemplar los diferentes idiomas y diferentes alfabetos (por ejemplo, árabe ó chino).
b) Respecto de los usuarios.
– Especificación de la consulta: Los usuarios encuentran dificultades para precisar – en el lenguaje de consulta – su necesidad de información.
– Manejo de las respuestas: Cuando un usuario realiza una consulta se ve sobrecargado de respuestas, siendo una parte irrelevante.
Estas características – sumadas al tamaño de la web – imponen restricciones a las herramientas de búsqueda en cuanto a la cobertura y acceso a los documentos, exigiendo cada vez mayores recursos computacionales (espacio de almacenamiento, ancho de banda de las redes, ciclos de CPU) y diferentes estrategias para mejorar la calidad de las respuestas.
Referencias
[2] Baeza-Yates, R. y Ribeiro-Neto, B. “Modern Information Retrieval”. ACM Press. Addison Wesley. 1999.
[6] Brewington, B. E. y Cybenko Thayer, G. “How Dynamic is the Web?” En: Proceedings of the Ninth International World Wide Web Conference. 2000.
[33] Lawrence, S. y Giles, L. “Accessibility and Distribution of Information on the Web”. Nature, vol.400, n.6740, pags.107-109. 1999.
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