jueves, marzo 06, 2008

Don Alfredo, "el decente luchador"

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Cuando estoy bajo de esperanzas suelo leer biografías a los efectos de tomar ejemplo y decir que el único "bolu.." no es uno. Así, gracias a este ejercicio, que como segundo fin atenta contra mi ignorancia, he podido descurbir y admirar "algunos olvidados nuestros" Almafuerte, Yrygoyen, Peñaloza, Ingenieros (y su hombre mediocre), Jauretche o William Cook. Hoy estoy leyendo algunos artículos periodísticos que dan una descripción de la obra y el obrar ético de Don Alfredo Palacios, y de verdad lo admiro por su línea de conducta.

Según Wikipedia Alfredo nació en Buenos Aires en 1880 o en 1998 (no está claro parece). Fue un político socialista que acompaño la lucha contra las injusticias sociales junto a otros líderes de la época, tales como Perón e Yrigoyen. A los 25 años de edad fue nombradoi diputado por el barrio de La Boca (su amigo Quinquela Martín lo ayudo en la campaña confeccioanndo volantes y pintando paredes, todo un lujo). Al fallecer ocupaba un cargo de diputado.

En su banca porpuso leyes que amparaban a los pobres y a los desprotegidos (lease mujeres, niños y ancianos). Su larga lista incluye: Jornada de 8 horas, domingo no laborable, Ley de la silla (vayan a la calle Florida o a un shopping hoy) , descanso obligatorio antes y después del parto, combate a la explotación sexual, no al trabajo de los menores, creación de la Casa Cuna.

Aquí van algunos hechos y situaciones que lo caracterizan.

En el año 1919, creó la cátedra "Legislación del Trabajo" y publicó su libro de estudios “Nuevo Derecho”.

Ya mayor, dando una conferencia en la universidad, un joven estaba molestándolo. Alfredo percibe el hecho y dice "El mundo es como una pelota" y sigue con su charla. Luego el joven impertinente intensifica su molestia, y Palacios dice nuevamente "Jovencito, por que no deja de romper al mundo".

Cuando está por morir el tenía ahorrados alrededor de 11.000 dólares, en su mayoría obtenidos de su sueldo com embajador en Uruguay. En tal estado da la orden a su secretario que aparte 4.000 dólares para sus hermanas, y el resto debía ponerlo en un sobre y entregarlo en Casa Rosada. El secretario prengunta a que se debía tal mandato, Alfredo contesta "...El sueldo de embajador era demasiado para un viejo solitario, así que devuélvalo al estado, ya no lo necesito ..."

En el año 1934 publicó el primer libro argentino sobre las islas Malvinas, titulado “Las Islas Malvinas. Archipiélagos Argentinos”. De su iniciativa surge la prohibición de imprimir mapas en los que no figurasen las Islas Malvinas como argentinas.

Al morir, muchos fueron los jóvenes que acompañaron el cortejo fúnebre. Muchachos, estudiantes que lo admiraban por sus condiciones (por su lucha, por su ética, por que los había logrado sacar de la carcel) lloraron y desde el corazon le desearon un feliz descanso. Se dice que muchos de estos jóvenes, de ideas firmes y apasionados por un país más justo, fueron los protagonistas de la década del 70.


"La muerte no es verdad, si se ha cumplido bien la obra de la vida". José Martí

Gracias don Alfredo!!!

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